Que extraño.
No hay registros. Pero fuimos juzgados.
Y fuimos condenados.
Fuimos condenados a morir. De
diferentes maneras.
Y a reclusión perpetua dentro de este
cuerpo.
Y declarados en libertad condicional
dentro de esta cultura de la que no podemos escapar.
Dentro de este tiempo que nos toco
vivir.
Recordando. Siempre recordando. Sin
poder dejar de recordar.